EL PENSAMIENTO ABISMAL
Saber Colaborativo
En su canción Latinoamérica, contenida en el álbum Entren los que quieran, el grupo musical Calle 13 formula una idea que nos parece relevante: “Este pueblo no se ahoga con barullo, y si se derrumba, yo lo reconstruyo”, porque no tenemos ninguna duda de que tal idea expresa con precisión lo que ha venido ocurriendo con los más valiosos saberes que generaron los pueblos originarios de América: “…profundos conocimientos astronómicos, matemáticos, agrícolas, arquitectónicos, médicos, sociales, de técnicas de riego, de ingeniería, de geografía, etc.”. Eso que Frank Díaz recupera como toltequidad y que resume la producción cultural del Anawak. Están en pleno proceso de reconstrucción, reconstitución y potenciación. Y no por inercia social.
Y es que a partir de la conquista y colonización de las Américas por los europeos fue construyéndose lo que Boaventura de Sousa denomina como pensamiento abismal, y citamos in extenso para no dejar lugar a dudas sobre sus alcances:
… Éste consiste en un sistema de distinciones visibles e invisibles, las invisibles constituyen el fundamento de las visibles. Las distinciones invisibles son establecidas a través de líneas radicales que dividen la realidad social en dos universos, el universo de “este lado de la línea” y el universo “del otro lado de la línea” desaparece como realidad, se convierte en no-existente. No-existente significa no existir en ninguna forma relevante o comprensible de ser. Lo que es producido como no-existente es radicalmente excluido porque se encuentra más allá del universo de lo que la concepción aceptada de inclusión considera es su otro. Fundamentalmente lo que más caracteriza al pensamiento abismal es, pues, la imposibilidad de la co-presencia de los dos lados de la línea. Este lado de la línea prevalece en la medida en que angosta el campo de la realidad relevante. Más allá de esto, sólo está la no-existencia, la invisibilidad, la ausencia no-dialéctica.
Pensamiento abismal que resultó componente esencial en la constitución de la Colonialidad del Ser, del Saber y del Poder, una de cuyas expresiones fue la adopción que hicieron los colonizados y sus descendientes del pensamiento hegemónico de los conquistadores. Es impresionante comprobar como mediante un sistemático ataque a la identidad y a la autoestima fue orillándose a muchos indígenas a avergonzarse, a renunciar y a despojarse de los elementos distintivos de su cultura originaria, fenómeno que ahora se presenta en prácticamente todas las culturas originarias mexicanas, de ahí que con horror vamos atestiguando la desaparición de lenguas y prácticas culturales indígenas principalmente.