El Sabor del Multitrueke!!!
Es hora de comer. Las milanesitas humean junto a unas suculentas rodajas de jitomate. El pan acaba de calentarse, el café está listo y todo está dispuesto. Pero nadie en esta casa daría el primer bocado sin antes esparcir sobre el platillo una buena cucharada de las semillas en aceite que María Luisa y Toño hacen cada mes para Mixihuca. Cómo llegaron estas delicias a nuestro mercado? Qué cosas tuvieron que pasar en la vida de nuestros compas para que uno de los productos más emblemáticos de la feria se materializara y existiera?
Desde el año 2006 María Luisa acumulaba malestar. El fraude electoral, el clima de censura, la desaparición sistemática de radios comunitarias y de programas de contenido político serios, sumados a una situación laboral poco grata la hacían sentir asfixiada. “Era la contadora de una blindadora de autos. Se cometían muchas injusticias, el horario era desde las siete de la mañana y no había hora de salida para mi, trabajaba los sábados, solamente veía a mi familia los domingos, y hasta ese momento yo lo sentía normal porque toda la gente que me rodeaba estaba en la misma situación, pero algo estaba ya pasando en mi y no me sentía gusto. Siempre estaba de mal humor.” Pero esa misma asfixia era la que la obligaba a buscar aire, y en el aire literal de Radio Educación fue que, por pura casualidad, un día sintonizó el programa Ecosol y escuchó por primera vez a Laura Collin. “Me llamaron la atención muchos conceptos. Sobre todo esto de que podíamos apoderarnos de nuestra propia economía. En el momento en que escuché a Laura Collin y después a Ana Medina sí me impactó mucho porque entendí que tampoco es la solución de todo un gobierno…la solución es desde otro punto de vista. Todavía no comprendía yo bien todo esto, tenía muchas dudas, pero sí me hizo sacudir muchas cosas. Sobre todo me hizo entender que yo ya no estaba a gusto en mi trabajo y que ya no quería seguir viviendo de esa manera.”
Entonces Radio Educación convocó a un taller sobre Economía Solidaria y Mari fue una de las primeras en estar ahí. “Había varias cosas que yo quería hacer, desde cultivar plantas, hacer composta. En un foro que se hizo en el Zócalo escuché a unas personas que se dedicaban a captación de agua y me interesó y sentí que quería hacer esas cosas. Yo todavía no sabía si estaba en mis capacidades poder producir algo, pero sabía que ya no quería trabajar de esa manera. Y comencé a encontrar algunas respuestas que me hacían mucho sentido. Pues eso te da otra perspectiva, te sientes menos solo.”
Un tiempo después, en 2012, unas compañeras que habían tomado también el taller de Ecosol le hablaron a María Luisa de Feria Multitrueke y la invitaron a participar. “A Mixihuca no sabía que llevar. Lo único que sabía hacer era contabilidad y pensaba que eso no iba a interesarle a nadie. La gente lo que menos quiere es pagar impuestos y engordar la bolsa del gobierno…llevaba muy pocas expectativas. Lo único que se me ocurrió fue llevar un pan de zanahoria. El kiosco estaba todo ocupado, me toco afuera junto a un compañero que llevaba humus de lombriz y desde esa primera vez, preguntando, empecé a aprender muchas cosas. Me impresionó mucho la manera de relacionarse de todos, desde el primer día lo sentí muy fraterno, me llamó mucho la atención que el movimiento que había no era como en las ferias convencionales que son como impersonales, sino esa relación que se hace entre compañeros, que conoces al otro, conoces sus nombres, sabes a que se dedican, te platican como hacen sus cosas, que procesos siguen y puedes ir aprendiendo porque nadie te dice “a no, es mi fórmula secreta”, te van compartiendo un montón de saberes. Yo creo que eso es lo que me hizo continuar e ir a la siguiente vez, y a la siguiente vez y a la siguiente…no se, me impactó tanto que le empecé a platicar a mi esposo, a mis hijas…y les dio curiosidad. A mis hijas les hacía mucho sentido, a mi esposo le costó más…yo creo que sentía que me estaba fallando algo en la cabeza…aunque al poco tiempo decidió que quería ir.”
Entre todos los nuevos conceptos que se nos revelaron a los que asistimos a ese taller de Radio Educación, estaba el de prosumidor que hoy María Luisa define como un compromiso de todo a todo. “Es una palabra que nunca había escuchado antes. Por un lado es estar atento a lo que necesita la comunidad y de acuerdo a tus habilidades qué puedes hacer, ya después que identificas eso también te comprometes a consumir lo que los demás hacen”.
El pan de zanahoria era un éxito en Mixihuca e invariablemente se agotaba. Sin embargo María Luisa no estaba contenta. “No…dije mi pan de zanahoria no tiene nada que ver”. Aunque el pan era casero y bien rico, su percepción de no estar elaborando un producto totalmente saludable para los compañeros la ponía en conflicto. ¿Quién iba a querer sus servicios de contadora? ¿A quién podría beneficiar con su pan de zanahoria? Entonces, ¿cómo fue afrontar el reto de producir algo, pero ya pensando en el bien de la comunidad?
“Si, pues creo que también fue un proceso. Pensé de lo que yo sabía hacer de comer, qué podía servir a la comunidad? Tomé algunos talleres de nutrición, tomé talleres de cocina, aprendí acerca de proteínas, carbohidratos, leguminosas, como combinar alimentos, que hace falta comer para tener una mejor calidad de vida y empecé a llevar comida vegetariana que tuvo muy buena aceptación…”
Pero pese a los esfuerzos hechos para poder brindarle a la comunidad Multitrueke un producto rico y sano, todavía no se quedaba conforme. Quería lograr un producto durable, que los compañeros pudieran llevarse para consumir en sus casas. Entonces se le encendió otra vez el foquito y pensó en unas semillas que su esposo Toño preparaba en la casa. La receta era familiar y él la preparaba con presteza. Toño ya había acompañado a María Luisa a la Feria y, aunque según ella tardó en reconocerlo, desde el primer momento le gustó y también andaba en busca de qué llevar para poder seguir acompañándola. Las semillas quedaron como anillo al dedo y también incorporaron una salsa de xoconostle que hasta hoy hace las delicias de los mixucos.
“Pero todavía no seguíamos un proceso como para que durara sino solo para tenerla en el refri y tampoco habíamos tomado conciencia de que nuestra hija nos podía auxiliar en esos procesos…entonces empecé a platicar y me dio idea acerca de la conservación, la esterilización, el envasado…etc . Al principio se nos echaban a perder algunas salsas, pero ahora ya lo hacemos de manera un poco más consiente y ya con ciertos cuidados. Ya pueden durar más tiempo, se supone que hasta seis meses.” Podría parecer ocioso ocuparse de mejorar los tiempos de conservación de un producto que no esta destinado a durar: los mixucos nos ocupamos de devorarlo rápida y placenteramente, así que eso de los seis meses de caducidad nadie a podido verificarlo todavía. Y los compas aún sienten el pendiente de mejorar otras cosas: “Todavía no estoy al cien por ciento satisfecha. Por ejemplo el chile, las semillas, el aceite los seguimos comprando en la economía convencional. Estamos todavía en esa instancia de buscar quien nos provea pero sabiendo dónde y quién produce para tener el proceso completo.” Y también quieren ampliar su oferta: “Cuando me siento a comer me gustan mucho los colores, los aromas, los sabores…entonces si me gustaría llevar más “cosas extrañas”. Hace poco llevé aderezo de mango, crema de cacahuate que me gusta mucho y creo que es muy nutritiva y buscando el bien de mi familia, así también busco el bienestar y algo que pueda nutrir y satisfacer el paladar de los compañeros de Mixihuca”
Aunque todavía produce a muy pequeña escala y sólo para su consumo familiar y el de Feria Multitrueke, a María Luisa le gusta visualizarse como productora. Querría tener otros mercados, de preferencia solidarios también aunque no reunieran todas las características de Mixihuca. Le gustaría aprender los procesos de organización (ve en los compañeros de T’ijpani un modelo de esto) y también aplicar los conocimientos que su carrera de contadora le ha dado ahora que entiende que su profesión no está necesariamente reñida con los procesos de la Economía Solidaria. “Sí fue conflictivo al principio. La contabilidad es hija de la macroeconomía. Esta enfocada a registrar todos esos diferentes recursos para obtener una utilidad. Entonces sí se adquieren muchos conocimientos, pero no los podía vincular a la Economía Solidaria. Ahora pienso de manera distinta, pues finalmente en cualquier proceso es necesario un orden. Entonces, ya sea que produzcas salsas o tortas de avena se necesita dar un orden a las cosas. Y si mediante la contabilidad pudiéramos dar ese orden y que esa información pudiera servir para los mismos compañeros pienso que ese sería un fin que tendría que servir.” ¿Contabilidad solidaria?
Otro hito sucedió en 2013 cuando Mari decidió dejar su chamba convencional. “Estaba súper asustada. No sabía que iba a pasar. Sobre todo te acostumbras a comprar un montón de cosas que igual no tienen sentido. Entonces eso me obligó a pensar también en mis necesidades…¿eran reales o no? Tuve que hacer una depuración de necesidades. La familia no entró en crisis, la crisis era mía…mis hijas creo que no eran consumistas…la consumista era yo.”
“Pues actualmente estoy de nuevo en crisis. Por un lado si me visualizo produciendo para otros mercados, no solo para el Multitrueke. Pero también desde el punto de vista profesional me he vuelto más selectiva. Ya no le llevo la contabilidad a cualquier persona, sino que me he involucrado más con cosas que me gustan y con las que siento empatía y me gustaría continuar con eso. Pero siento que tampoco me va a dar la vida para estar dentro de la contabilidad y dentro de la producción. Por el momento creo que puedo seguir por ambos caminos, pero va a llegar un momento en el que creo que voy a tener que decidir. “
María Luisa confiesa amor por sus productos y emoción al verlos ya envasados y con su etiqueta. Desde hace tiempo fueron los primeros en portar el logo de la feria en su envase. Para ella este fue un gesto de total identificación con el espacio, algo así como decir “soy totalmente Mixiuhca”.
Respecto de sus consumos en el mercado, algunos de los insumos para sus producciones quedaron resueltos en la feria. El ajonjolí, el jitomate para el cátsup, el garbanzo que llevaba Tavo cuando aún hacían el humus. Pero lo que más satisface a María Luisa es sentir que sus salsas se transforman en pan, en miel, en hortalizas y en cada una de las cosas que adquiere a sus compañeros. “Ver reflejadas mis salsas en otros bienes. Si antes nada más tenía salsa ahora tengo riqueza y abundancia. Cuando tenía antes mi trabajo convencional también llevaba recursos que se transformaban en bienes, pero no sentía esa satisfacción…es totalmente diferente.”
Su visión del mercado es que muchos productos han ido mejorando, pero que todavía falta. “Pues mi ideal sería que todas nuestras necesidades se satisficieran ahí. De ropa, de calzado, de educación, mas variedad de alimentos, de hortalizas. Ese sería mi ideal. Que fuera lo menos lo que tuviéramos que satisfacer fuera. Creo que a eso tendríamos que caminar. Tal vez aprender a hacer otras cosas. Ver que necesidades están pendientes y tratar de, mediante nuestras capacidades, poder aprender esos procesos y cubrirlos.”
Actualmente Mari lleva con bien la monumental tarea del registro de los participantes del mercado. “Cuando llegué a la Feria pensé que era como un grupo de amigos que habían tenido la idea y que funcionaba sola. Pero después me fui enterando de que había muchas tareas atrás y empecé a contribuir y a retribuir y a hermanarme con esas actividades también. A veces es difícil por cuestiones de tiempo, pero también me da satisfacción contribuir y participar con mi granito de arena para beneficio y contagio de mas personas.”
“Me gustaría que hubiera muchos Multitrueke Mixihuca. Dentro del DF, dentro de la república y del mundo…si se puede dentro del universo también.”
Felicidades!! Gracias por la historia de vida que me lleva recordar que conincido en sentir el ambiente de familia que disfruto a cada emisión de la Feria.
Cada vez tengo más ganas de irme a Méjico, Seguro porque una parte demasiado importante de mi vida se me ha quedado allí y es nada menos que mi hija. Pero acá tengo presencias ( y ausencias ) que me atan a este, mi suelo, con mucha fuerza. Tampoco me dan los años para ser una activa feriante mixuhaquense, pero, gracias María Luisa por transmitirme tus ganas, tu fuerza y tus principios.