Monedas diferentes que generan una economía diferente
El salmón contracorriente
Últimamente las monedas alternativas, complementarias, sociales, comunitarias o locales están en boca de todo el mundo. La propuesta de Barcelona en Comú ha revolucionado la arena política, económica y social generando un ambiente de crispación contra iniciativas de gran utilidad. Vamos a desgranar un poco esto de las monedas complementarias para aclarar conceptos y de paso, poder discutir el tema con argumentos fundados.
Distintas nomenclaturas
Existen diferentes nombres para estas monedas alternativas, pero todas ellas tienen en común que son distintas al dinero fiat. Según el Banco Central europeo, el dinero fiat es aquel dinero ’establecido por un gobierno para enfocar una economía hacia un cierto medio de intercambio (ej: Euro, Dólar, Yen, etc) [1]’, es decir, el dinero fiat es el dinero normal, emitido por los Bancos Centrales y bajo el control de los Estados. Los distintos apellidos de estas monedas se deben a los matices de su funcionamiento. Por ejemplo, quien las llama alternativas hace referencia a que su gestión es alternativa a la moneda emitida por el Estado, si son complementarias, se hace referencia a que trabajan complementando la moneda oficial, no intentando sustituirla, si son sociales, se está dando mayor peso a la función social de dicha moneda y cuando son comunitarias o locales hace referencia a que su área geográfica de actuación tiene límites claros.
En general este tipo de monedas favorece procesos económicos, sobre todo aquellos basados en la economía real, la de los ciudadanos y ciudadanas: la señora que tiene una droguería en tu barrio, el que trabaja en el súper, la que trabaja en un taller de mecánica o el profesor de la academia de inglés (contando, con que ninguno de ellos tiene acciones en el IBEX 35).
Mejora de la economía real. Eficiencia, pero también resiliencia
¿Y por qué mejoran los procesos económicos? El año pasado, el Banco Central de Inglaterra emitió un informe titulado La creación del dinero en la economía moderna [2]. En dicho informe el Banco Central informa a los ciudadanos que el 97% del dinero actual en circulación está basado en depósitos bancarios, es decir, en deuda. En la actualidad los bancos privados, generando deuda son los que emiten dinero. Por supuesto, los economistas de derechas (y algunos considerados de izquierdas) no se llevan las manos a la cabeza cuando leen este dato, pero sí cuando un Ayuntamiento Local piensa emitir una moneda alternativa, vaticinando que la economía española se hundirá por este hecho y una ola de desgracias se cernirá sobre nuestras cabezas. Cito textualmente, ’en cuanto la moneda entre en circulación se creará un mercado negro (…) Así hasta la hiperinflación que provocaría más depresión y pobreza ’.
Su objetivo es conseguir que el comercio local y de proximidad se vea favorecido
Lo cierto es que la concepción económica de los últimos doscientos años ha basado su teoría en el concepto de la eficiencia. Walras basado en las teorías científicas de Newton (de hecho se le conocía como el Newton de la economía [3]) asumió que la economía era un sistema cerrado donde elaborando modelos teóricos se podría predecir las mejores actuaciones para el mercado y formuló su teoría del equilibrio general, pero se equivocaba. La economía funciona en un contexto infinitamente complejo de interacciones con el medio ambiente y hechos sociales e históricos que han de ser tenidos en cuenta. Siguiendo la teoría de sistemas complejos, éstos son capaces de mantenerse en el tiempo gracias a dos características: eficiencia (sí es importante, pero no es lo único) y resiliencia. Y aquí viene lo bueno: para que un sistema sea resiliente tiene que ser diverso y poseer conexiones fuertes entre los distintos agentes [4].
Nuestro actual sistema monetario, basado en una única moneda (nacional o supranacional), altamente centralizada y jerárquica, es el más eficiente de los sistemas económicos, pero no el más resiliente. La inestabilidad financiera es inherente al sistema monetario actual. Al ser una estructura tan vertical y concentrada en la parte superior de la pirámide, una vez que uno de los elementos falla, produce un efecto dominó en el resto de los agentes, tal y como ya sabemos que ocurrió con la crisis del 2008.
Si conseguimos un sistema monetario más variado, las fallas serán menos impactantes para las personas. Si además conseguimos un sistema monetario basado en valores y no en especulación, podemos conseguir una economía y una sociedad más saludables.
Ejemplos de monedas alternativas que favorecen una economía saludable
Ejemplos de monedas alternativas podrían ser los cheques restaurantes que las empresas ofrecen a los empleados para complementar el salario, pero no son este tipo de monedas de las que estamos hablando. Bitcoin es quizá la criptomoneda más conocida, aunque está sujeta a bastantes críticas [5] debido al anonimato de las transacciones, que se podrían prestar a fines no éticos.
Sin embargo existen otras experiencias de carácter más local, como la Libra Brixton [6] en Inglaterra. La Libra Brixton ha conseguido movilizar la economía del barrio londinense. Está respaldada en libras con valor 1 a 1, es decir, una Libra de Brixton vale lo mismo que una libra esterlina, salvo en el caso de que aparezcan ofertas para compradores o para vendedores.
Billete de 10 Brixton pounds con la cara de David Bowie
Básicamente, su objetivo es conseguir que el comercio local y de proximidad se vea favorecido y pueda resistir frente a las grandes cadenas que presionan a la competencia bajando precios hasta límites insostenibles para los comerciantes. Esto consigue que las Libras gastadas en Brixton, se queden en Brixton. Se ha demostrado que el dinero local permanece en el territorio hasta tres veces más que el dinero fiat, que tiende a abandonar las zonas locales con más rapidez para, por ejemplo, pagar los salarios de los directivos de los supermercados. La junta de distrito ha apoyado mucho la libra de Brixton y permite el pago de algunos impuestos locales con ella.
Otro ejemplo similar sería Brístol [7], una ciudad de entorno a 430.000 habitantes y el segundo centro urbano del sur de Inglaterra. Tiene su propia moneda. El Ayuntamiento permite pagar impuestos locales con ella, los empleados del Ayuntamiento pueden cobrar en Libras Brístol, y parece ser que el alcalde cobra su salario al completo en moneda Brístoliana. Lleva en funcionamiento desde hace dos años y (esto son hechos) el mercado negro no ha aumentado, la hiperinflación tampoco y la pobreza aún menos, más bien al contrario. En la actualidad hay alrededor de medio millón de libras de Brístol circulando y se han unido más de 750 comercios locales.
El Ayuntamiento de Bristol permite pagar impuestos locales con ella
Estas monedas, como hemos dicho, favorecen la economía local evitando la volatilidad, generan más riqueza para los y las ciudadanas, hacen que la economía sea más resiliente y resistente a las crisis y mejoran la vida de la gente en general.
Existen otros tipos de monedas menos comerciales, como la canica [8] de Madrid, que busca ’formar Comunidades de personas cooperativas y solidarias, no egoístas y autoritarias, es el paso previo a formas de intercambio no mercantilizadas, basadas en el amor, la confianza y el respeto al medioambiente’. Otros ejemplos son los bancos de tiempo, sistemas de intercambio local, como la canica, o las redes de trueque, todas ellas excelentes maneras de conseguir bienes y servicios, generar redes de apoyo mutuo y crear una economía más sana.
Para saber más:
Vivir sin empleo: Blog de Julio Gisbert.
Documental de monedas sociales en españa.
El dinero de la Gente. Monedas locales y soberanía económica, de Lietaer, Kennedy y Rogers, publicado por Icaria Editorial.
Notas
[1] http://www.ecb.europa.eu/pub/pdf/other/virtualcurrencyschemesen.pdf
[2] Money creation in the modern economy.
[3] http://www.jstor.org/stable/40325613?seq=1#page_scan_tab_contents
[4] Is Our Monetary Structure a Systemic Cause for Financial Instability.
[5] http://www.quora.com/If-one-were-to-make-a-competitor-to-Bitcoin-wh…